Un colegio de Badajoz ha sorprendido por su curiosa manera de celebrar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El centro, que segrega a los alumnos por sexo, separando a niños y niñas en distinto pabellones, se ha declarado en redes sociales como «primer colegio 100% feminista de Extremadura», tras pintar de morado los crucifijos presentes en todas sus aulas.
«Toca adaptarse a los nuevos tiempos», ha declarado el director del colegio, visiblemente orgulloso por la medida. «Además de lo de los crucifijos, hoy en el comedor se come lombarda bien moradita», ha añadido.
Además de estas dos importantes medidas, el centro ha impartido talleres sobre igualdad a sus alumnos varones, en los que se ha insistido en la importancia de «echar una mano a las chicas con las tareas del hogar».
