
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), un 48% de los españoles ha tenido que ayudar en alguna ocasión a un docente a pasar notas a la plataforma virtual. Una ardua tarea que desgasta la vista de los allegados de los profesores, quienes se ven obligados a trabajar durante largas horas cada vez que llega el final de una evaluación.
«Reclamamos mejores condiciones laborales. Para muchos de nosotros ayudar a nuestros familiares docentes se ha convertido en una segunda profesión y no obtenemos ningún beneficio a cambio», explica Maximiliano Fernández, portavoz del sindicato ADAPN (Allegados de Docentes que Ayudan a Poner Notas). «Lo peor es cuando empiezan a dudar si ponerle una A o una B a un alumno que va bien pero podría ir mejor, es insoportable», añade.
El Tribunal Supremo está estudiando el caso y en los próximos días comunicará su sentencia. Los allegados de docentes que ayudan a pasar las notas a la plataforma virtual podrían ser declarados falsos autónomos y pasarían a tener derecho a un contrato por obra y servicio.